Enfermera Zapoteca ayuda a pacientes de covid-19 en una comunidad de Juchitán
Atiende entre 10 a 12 personas diarias, en esta tercera ola.
Diana Manzo
Juchitán, Oax.- Las consultas son constantes en todo el día, por la mañana atiende en el Centro de Salud y por las tardes en su espacio llamado “Lidxi Guendanazaaca” “Casa de la salud” y no se da abasto. María Reyes López López es una enfermera zapoteca que desde hace un mes ayuda a su comunidad Álvaro Obregón, Oaxaca, a combatir el coronavirus.
Las consultorías de enfermería también las hace a domicilios y aunque es un riesgo, María asegura que su profesión es así y mientras pueda ayudará a los suyos para enfrentar esta pandemia, que muchos de los casos son sospechosos y que por la falta de recursos económicos, es imposible realizarse una prueba Covid-19 que oscila entre mil 300 y 3 mil 500 pesos en la zona del Istmo de Tehuantepec.
Álvaro Obregón es una agencia municipal de Juchitán Oaxaca, habitan unas 3 mil personas incluyendo menores de edad, cuenta con una clínica de salud y la gente principalmente vive de la pesca, el campo y las mujeres elaboran tortillas de maíz en hornos de comixcal y también tejen trajes regionales.
En esta comunidad zapoteca solo hay dos farmacias, pero la de María es la que más demanda tiene, además de brindar atención integral, también recomienda infusiones con la intención de disminuir y mejorar las condiciones de salud de los pacientes.
Es hablante del zapoteco y eso facilita las consultas con las personas adultas; su hermana Paula también la ayuda.
La gente llega para que se les aplique una inyección, para que revise sus estudios clínicos y para que le recete algún medicamento, lo que ella hace es atenderlos, revisar la temperatura, presión arterial y les recomienda acudir con un profesional de la salud.
Los contagios se aceleraron en esta comunidad a partir del 5 de julio y desde entonces se ha extendido ampliamente, por lo que la joven enfermera sugiere “quedarse en casa”.
En el día atienden entre 10 y 12 personas, incluidos menores de edad, y en su mayoría son por síntomas de Covid-19, otros por dengue y también tifoidea.
Además de usar doble cubrebocas, gel antibacterial y portar sus lentes, la joven tiene el hábito de bañarse después de ir a atender una consulta, ha llegado hacerlo entre siete y ocho veces al día.
Sus padres la orientan a que se cuide y de lo mejor de su profesión.
Ella recomienda a la gente que se sigan cuidando, que acate las medidas y que eviten las fiestas, ya que a que en esta comunidad, durante mucho tiempo la gente permitió celebraciones festivas y religiosas.
“Estoy dando mi mayor esfuerzo, con tristeza veo que la gente se contagió y además es una enfermedad muy costosa, por eso invito a la gente a que haga conciencia, aquí trabajamos día y noche, a todas horas, es lo único que nos queda ante esta situación, ojalá la gente entienda que debe quedarse en casa”, concluyó.