Cuatro militares fueron vinculados por el asesinato de cinco jóvenes de Tamaulipas

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Cd de México.- Este jueves   fueron vinculados a proceso los cuatro elementos del Ejército implicados en la masacre de cinco jóvenes el domingo pasado, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, la ONU pide una investigación  civil externa y que se proteja a los supervivientes.

De acuerdo con las fuentes, los militares fueron acusados por el delito de desobediencia, dentro de las investigaciones que realiza la Fiscalía General de Justicia Militar.

Asimismo, señalaron que este proceso es diferente a las investigaciones que realiza la Fiscalía General de la República (FGR), en donde los elementos del Ejército enfrentan los cargos de homicidio y abuso de autoridad, entre otros.

Las imputaciones de desobediencia se basan en el reporte que entregó uno de sus superiores, en el sentido de que el personal no atendió a la orden de dejar de disparar en contra de la camioneta en la que viajaban las víctimas el domingo 26 de febrero en Nuevo Laredo.

Por su parte, la Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONU-DH) llamó al gobierno mexicano a investigar los asesinatos de cinco jóvenes a manos de elementos de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), perpetrados el pasado 26 de febrero en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

«Toda muerte relacionada con el uso de la fuerza por efectivos militares debe ser investigada de forma independiente por las autoridades civiles, las cuales deben contar con toda la información y colaboración de las corporaciones concernidas», señaló la ONU-DH México en un comunicado.

El pasado 26 de febrero, elementos de la Sedena dispararon contra una camioneta en la que viajaban siete jóvenes, de los cuales cinco perdieron la vida y uno resultó herido. De acuerdo con el testimonio de uno de los sobrevivientes, los agentes de la Sedena los impactaron en la parte trasera de la unidad en la que viajaban y abrieron fuego contra ellos.

Tan sólo el piloto de la camioneta, Gustavo Ángel Suárez, recibió doce impactos de bala, mientras que el copiloto, Wilberto Mata Estrada, recibió diez. Entre las víctimas mortales también se encuentran Jonathan Aguilar Sánchez, Alejandro Trujillo Rocha y Gustavo Pérez Beriles. Por su parte, Luis Gerardo «N» fue herido de gravedad, y el séptimo joven, cuyos datos no fueron revelados, resultó ileso.

«La repetición de situaciones similares a partir del accionar de las fuerzas militares en Nuevo Laredo durante los últimos años hace más patente la necesidad de llevar a cabo un análisis objetivo y minucioso de las circunstancias en las que se hace uso de la fuerza y, en particular, las medidas que se deberían adoptar para prevenir graves violaciones a los derechos humanos, así como para remover todos los obstáculos que enfrenta la procuración de justicia para garantizar el enjuiciamiento y sanción de los responsables», indicó la ONU-DH.

Además de la investigación «diligente, pronta e imparcial», la ONU-DH llamó a las autoridades mexicanas a adoptar con urgencia las medidas pertinentes para proteger y atender debidamente a los sobrevivientes y testigos, así como a los defensores de derechos humanos y periodistas que documentan el caso «en un contexto de adversidad».