Celebran 30 años de veneración a la Santa Muerte en Acayucan


Sayda Chiñas
Acayucan, Ver.— Con música, baile y una imagen vestida de dorado, fieles de la Santa Muerte celebraron más de tres décadas de veneración en el sur de Veracruz. La festividad, que cada año reúne a creyentes de distintas partes del país, volvió a llenar la cancha de Cruz Verde con plegarias por salud, abundancia y protección.
En el municipio de Acayucan se realizó un baile en honor a la Santa Muerte. Cientos de personas acudieron a rendirle tributo y agradecerle los favores recibidos. Este año, la hermana Jose, cuidadora del altar, decidió vestirla de dorado para atraer favores económicos a sus creyentes.
En más de 30 años que lleva el altar, los festejos han ido creciendo, atrayendo a personas de distintos puntos del país. La hermana Jose señaló que el número de fieles ha aumentado hasta en un 100 por ciento, y que muchos de los devotos residen fuera de Acayucan, incluso en el extranjero, y cooperan como benefactores para la realización de la fiesta.
Para celebrar este año, se organizó un baile amenizado por Jimmy Sale Calor, Los Cadetes de Linares, el DJ Moy Sants y dos gogo dancers. Durante la festividad, se sacó una imagen en bulto de gran tamaño, vestida con prendas doradas, como símbolo de abundancia para la entidad.
Josefina Morales, nombre de la hermana Jose, también pidió por el cese de la violencia que afecta a toda la región sur de Veracruz. La también llamada “Niña Blanca” fue paseada por el centro deportivo, donde los asistentes pudieron tocarla y agradecerle. Personas de distintos niveles sociales y profesiones se congregaron para rendirle culto.
El culto a la Santa Muerte, aunque no reconocido por la Iglesia católica, ha crecido en todo México como una expresión de fe popular. En Acayucan, esta devoción ha echado raíces desde hace más de 30 años, convirtiéndose en una tradición que mezcla lo religioso, lo comunitario y lo festivo. Cada año, el altar de la hermana Jose se convierte en punto de encuentro para quienes buscan agradecer, pedir favores o simplemente acompañar a la “Niña Blanca” en su día.
