César está perdiendo la visión, sus ojos entraron en contacto con lixiviados del basurero

Texto y fotos: Sayda Chiñas

Coatzacoalcos, Ver.- Cesar Martín, es un niño de 13 años que está perdiendo la visión debido a una lesión en una de sus córneas, generado por el contacto con los lixiviados que escurren del basurero de Villa Allende hacia su casa.

Este menor, vive con su familia en una pequeña casa de madera y lámina de cartón, pegado a los muros de basura del tiradero a cielo abierto del municipio de Coatzacoalcos, su patio es apenas un espacio de dos por dos metros.

Cuando la familia Centeno Duque llegó a vivir a la colonia Allende Unzaga,  hace una década,  aun existía una laguna  que los separaba del basurero, ellos solían pescar en la zona y tener sus animales de corral, para alimentarse.

Rosario Duque Martínez, madre de Cesar, relató que hace cinco meses, el niño estaba jugando en el montículo de la basura, se cayó hacia un área que acababan de excavar y  con su mano recogió algún tipo de sustancia, sin pensar en las consecuencias se talló el ojo y ahí se dañó una de sus córneas.

“Le empezó a arder su ojo, yo lo lleve a la clínica aquí en Villa Allende  y le dieron unas gotas que no funcionaron, al otro día se levantó desesperado porque ya no veía, yo con los nervios me lo llevé al  hospital de Coatzacoalcos, ahí me dijeron que necesitaba un médico especialista”.

Cesar Martín fue canalizado por la Asociación Allende 213 al hospital de la Luz, en la ciudad de México, donde le informaron que el daño en las córneas era muy grave y necesitaba un trasplante.

Con el tratamiento que le han dado, logró recuperar parte de la visión de un ojo pero en el otro se logra observar la quemadura, ha dejado de ir a la escuela y  aunque anda caminando y jugando, todo el tiempo debe estar vigilado por su mamá.

La familia no cuenta con el recurso para seguir con el tratamiento además de que  les indicaron que la lista de espera para el trasplante de córneas era muy larga, por eso están solicitando el apoyo de los ciudadanos.

Esmeralda Chablé Fonseca, otra de las habitantes de la  colonia Allende Unzaga, indicó que el canal de lixiviados se ha vuelto un problema para ellos,  cuando  le dan  vuelta a la basura o la compactan, los olores  son insoportables.

Durante las lluvias fuertes que se presentaron en septiembre y octubre pasado, tienen que salir de sus casas ya que los escurrimientos de lixiviados se combinan con el agua del canal que dejaron en esa colonia, todos sus pozos se contaminaron y ahora tienen que buscar el agua fuera de ese sector.

Otro de los vecinos del basurero, es el señor Asunción Ovando Magaña,  quien compró el predio donde vive  a 10 mil pesos, ahora vive en una situación de constante riesgo porque  todos los lixiviados llegan a su casa.

Relató que cuando construyó su casa de madera, todo el predio “era polvo, estaba seco” pero el crecimiento rápido de las toneladas de basura lo han ido sepultando prácticamente, hasta dejarle un pequeño espacio para caminar.

Don Asunción tiene una lesión en una de sus piernas y  tiene que moverse apoyado en  muletas, durante las pasadas inundaciones tuvo que salir a un albergue porque el agua del canal y los lixiviados  afectaron su casa.

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