Documentan sitios prehispánicos que podrían ser dañados por proyectos federales

Sayda Chiñas Córdova

Coatzacoalcos, Ver.- Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)  realizan  una evaluación del impacto de los proyectos  energéticos, el tren maya  y  del corredor interoceánico  del istmo de Tehuantepec, en las zonas arqueológicas.

La Asociación civil chogosteros en Acción solicitó al INAH un estudio   de las zonas donde se plantean  varios proyectos federales, a fin de que se pueda tener una evaluación de sitios de interés que puedan verse afectados con las obras.

Juan Manuel Sandoval Palacios, antropólogo  e investigador del  instituto, indicó que hay un grupo de trabajo que  está evaluando el impacto de los megaproyectos sobre  sitios arqueológicos y ahora se estan centrando en el istmo de Tehuantepec, tanto de lado de Veracruz como de Oaxaca.

Recordó que en Jáltipan se va a instalar uno de los parques industriales del corredor y además tendrá uno de los ramales del ducto de gas que  trasportará el combustible desde Coatzacoalcos  hasta Salina Cruz, por lo que habrá obra pública que afecte zonas arqueológicas.

El investigador dijo que  buscan localizar donde será el paso de ese gasoducto para ver los impactos que pudiera tener en los sitios o monumentos arqueológicos, ya que en años anteriores fueron encontrados piezas durante los trabajos  de construcción de un patio de maniobras de la empresa García Munté, dedicada al transporte de coque.

Por el momento, se hizo una primera visita a la zona arqueológica del Indio Amate, a unos kilómetros de la cabecera, ya que el dueño tiene intenciones de vender su tierra para algún proyecto federal.

En el año 2013, durante los trabajos de  construcción de un área industrial fue encontrada una pirámide de piedra y varios vestigios  de las primeras civilizaciones olmecas que datan de dos mil años de antigüedad, donde se incluyó un  horno de ladrillos que solo se había visto en el sitio maya  de Comalcalco.

De acuerdo con  el investigador Alfredo Delgado, quien realizó la  investigación en este sitio,  la pirámide ya tenía daños desde 1884 cuando se realizó el  tendido de las  vías de ferrocarril y la carretera que conectan el istmo  y para protegerla de los deslaves y preservarla se le colocó una capa de sacrificio y se consolidó.

Esta zona arqueológica no ha podido ser resguardada ya que se encuentra entre dos derechos de vía federales, de la Comisión Federal de Electricidad y del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec.

Varias organizaciones civiles de Jaltipan, entre ellos Chogosteros en Acción, han pedido al gobierno federal que se declaren  varias zonas arqueológicas en  resguardo, para preservar  la historia del municipio.